Dos mujeres bailan un extraño tango y se funden. Un tango, metáfora de las relaciones, del acercamiento, el encuentro, la fusión y la separación de dos cuerpos, de dos almas. El tango se suele bailar de noche, la misma noche que nos invita a entrar dentro del abismo, de la oscuridad. La noche que nos funde con el otro en una calle, un bar o una cama. Que nos funde y nos confunde, hasta no saber más quién soy, quién era y quién eres. Hasta no saber si esta pierna es mía, tuya o nuestra, y olvidar cómo recuperar mi propio cuerpo ante este nuevo cuerpo nuestro. Pero la fusión también implica la ruptura. La relación es una invitación a la herida. Y la herida una posibilidad de sanar, dejando sobre la piel su frma en forma de cicatriz. Cicatriz de las Noches.
Primera pequeña muestra del proceso, algunos fragmentos de improvisaciones.
http://www.youtube.com/watch?v=XhoHlAvLyME
Y fotos de Maria João Morais:
No hay comentarios:
Publicar un comentario